Es la cuarta semana que se emite "25 palabras" de la mano de Christina Gálvez en las tardes de Telecinco, como una buena estrategia para intentar mejorar los bajos números de audiencia que vienen arrastrando en los últimos meses. En el último programa, tuvieron una invitada estrella: Elena Furiase.

Aunque los datos no están siendo los mejores ni los que esperaban, con la presencia de Elena Furiase y el flujo televisivo ya regularizado después de las Fiestas de Fin de año; el programa firmaba su segundo mejor dato con un 9,4% de share, más de 900 mil espectadores de media y un gran 13% de cuota en target comercial.

Además de la hija de Lolita Flores, también se encontraba Adriana Torrebejano, entre otros concursantes. La dinámica viene siendo muy parecida a "Pasapalabra", donde las dos famosas ayudaban a los participantes anónimos a acumular puntos para llegar a la final y optar al bote.

Su verdadera cara

En este último programa, los dos equipos de "25 palabras" se la jugaban en la ronda "A contrarreloj" para saber quién pasaría a "Las diez últimas". Cuando le tocó el turno a Elena Furiase y Torrebejano, ambas demostraron su gran competencia para resolver todo el panel en tiempo récord, dando a conocer este lado de su personalidad, lo que desató las risas en todo el plató al verlas transformadas.

"Pero si sois Las Grecas, estáis para un dueto ya… tenéis más conexión que Camela", expresó Christian Gálvez. La competitividad de Elena Furiase era algo que nunca antes se había visto en ella, quien no paraba de reír. "A mí me da un parraque en este programa, te lo juro", comentaba también su compañera.

La actriz y Torrebejano también se sorprendieron de su enorme conexión y cómo les surgía la competencia de adentro. Sin lugar a dudas, una faceta desconocida que les hizo doler la barriga de la risa. Por suerte, ayudaron muchísimo a su equipo y llegarán más lejos.

Siempre otro perfil

Elena Furiase es la hija de Lolita Flores y se ha dedicado al mundo de la actuación, pero jamás ha demostrado ser una persona polémica, por el contrario, se mantiene en un perfil más bajo dedicada a la profesión y su familia.