La misteriosa persona que le habría borrado la mágica sonrisa a Rocío Jurado en sus últimos días

Rocío Jurado logró hacerse de buenos y grandes amigos a lo largo de su trayectoria profesional y, no solamente en España, sino alrededor del mundo. Su música llegaba a muchos países en donde le tenían una profunda devoción y admiración, no por menos fue nombrada como la Mejor Voz Femenina del Siglo XX - Premio La Voz del Milenio, otorgado en la ciudad de Nueva York en el año 2000.

Entre sus buenos confidentes se encontraba el prestigioso diseñador colombiano Carlos Arturo Zapata, quien, además de vestir a la madre de Rocío Carrasco, se encargaba de hacer lucir hermosos y destacados atuendos a reconocidas figuras mundiales tales como Jennifer López, Sara Montiel, Bárbara Rey, la Reina Sofía, Mayte Spínola, entre otras.

El modisto coincidió con la artista en Cali, en donde también se encontraba quien iba a ser su futuro marido, José Ortega Cano. Allí la de Alcobendas le propuso que le enviara algunos bocetos para interiorizarse sobre sus diseños: "Le mandé mis trabajos, pero no tuve respuesta, ni de ella ni de su entorno. De pronto, un día me llama y me encarga quince diseños que tuve que coser en un par de semanas".

Con el vestuario preparado el colombiano partió a España y directamente a la Moraleja, según relata para el portal La Razón. Allí estaba la gran Rocío Jurado acompañada de su cuñada, Rosa Benito, y, desde aquel día, jamás pudieron separarse. Tanto es así que le hizo hasta el vestido de novia que lució cuando se casó con el extorero.

En este contexto de sinceridad y confianza, el diseñador desveló qué era aquello que más preocupaba a "La insuperable": "Rocío Carrasco es la persona por la que más ha sufrido Rocío Jurado", desveló sin ninguna modestia. "Siempre aceptó todo lo que la niña dijera. Me acuerdo cuando se quedó embarazada y yo estaba con ella en Barcelona, me dijo: 'Si Santa Ana y la Virgen María han querido que mi hija se quede embarazada, cómo no voy yo a aceptarlo'. Ella daba la vida por su hija y la niña la dominaba mucho. La relación entre ellas era complicada".

De todas formas, no se trataba de un secreto a voces, ya que fue de público conocimiento que durante su juventud la mujer de Fidel Albiac era un tanto rebelde, de igual manera, seguía siendo la debilidad de su madre hasta el último día de su vida: "Rocío Jurado Sufría por lo de Antonio David Flores y por muchas cosas: que se fuera a Argentona nada más cumplir los 18 años, el escándalo de la multa, el embarazo, luego el divorcio, el accidente. Ha llorado mucho por su hija, la adoraba por encima de todo, y no le quedaba otra que aceptar lo que la pequeña quería y defender a los que estaban con ella".