La Infanta Cristina en problemas: su decisión entre Iñaki Urdangarin y su vida antes del grado "3"

Para la Infanta Cristina hacer frente a su situación personal es un tema que a ratos se complica. Por un lado, que la causa penal de su esposo Iñaki Urdangarin haya ascendido a grado "3" es un logro, pero con el tema laboral, hay que saber lidiar.

Como todos sabemos, la hija del Rey Juan Carlos conserva un despacho en la sede de "La Caixa" en Barcelona, que por cierto no visita desde hace rato, a causa del coronavirus, según relata "Vanitatis".

Lo que probablemente la sorprenda cuando visite dicha estancia, son los cambios de estructura que ha sufrido la entidad financiera desde el punto de vista organizacional, pues ahora los espacios se han distribuido de forma más "colaborativa".

Ahora, los trabajadores podrán laborar en una suerte de espacios abiertos, de múltiples usos que puedan ser aprovechados al máximo. En el caso de la exduquesa, su oficina fue reubicada a un espacio un poco más pequeño pero funcional.

Esperemos que a Cristina no le ofenda, pero es que el 90% de la población trabajadora se ha visto igual de afectada y son pocos los que han podido ocupar sus cubículos de forma presencial.

Además, forma parte de un concepto que intenta visionar a futuro, la capacidad de esta empresa para adaptarse a los cambios impuestos por la nueva "normalidad" y esto es algo que la hermana de la Duquesa de Lugo podría entender a cabalidad.

Sin embargo, a la Infanta se le ha visto regresar a España desde Suiza -donde actualmente reside- con suma frecuencia, en parte para estar al lado de su esposo, y en otra para visitar a su hijo Pablo, que vive en la Ciudad Condal.

Suponemos que estas modificaciones del coloso bancario, no le afectarán en demasía, pues en Ginebra, dispone de un despacho más grande, en la fundación Aga Khan, pero por ahora, debe laborar vía teletrabajo, lo que le permite hacer frente a su situación personal.