El homenaje a la Infanta Pilar quedó opacado por las inclemencias del clima

Hace un año atrás, antes de que se desatara el coronavirus, la Realeza Española recibía un gran varapalo con el fallecimiento de la Infanta Pilar, quien dejaba este mundo a sus 83 años.

La vida de la hermana del Rey Juan Carlos no estuvo exenta de escándalos, ya que renunció a sus derechos reales por haberse casado con su gran amor Luis Gómez-Acebo, quien no tenía en absoluto que ver con sus orígenes.

Pero Pilar, también es recordada por su dedicación hacia los más necesitados y su compromiso con las causas de los niños, que la posicionaron como presidenta de honor de la asociación Nuevo Futuro, desde 1967.

Y como era de esperarse, en el primer aniversario de su partida que fue el 8 de enero, se iba a celebrar una misa en su honor, que tras las condiciones climáticas tuvo que ser cancelada.

El temporal de nieve no dio tregua al deseo de su hermana, la Infanta Margarita, quien había arreglado todo para que se celebrara un recordatorio de la tía del Rey Felipe en la catedral de Almudena.

Sin embargo, no se descartó que se realice más adelante cuando pase el caos que ocasionó el clima y también haya más libertad para reunirse varias personas sin riesgo a la COVID-19.

Aunque el homenaje previsto para la duquesa de Badajoz iba a ser muy concurrido por lo querida que fue, no pasaría desapercibida la ausencia del Emérito, quien aún no tiene miras de volver al país.

Como dato de color, la madre de Simoneta fue enfermera y, seguramente, de haber llegado a verlo, estaría muy orgullosa de todo el trabajo que hace el personal de salud frente a una de las crisis más importantes de la historia.