La receta sencilla de potaje carmelitano: un plato que conquista hasta a los más exigentes

El potaje carmelitano es una receta tradicional andaluza que se disfruta especialmente durante Semana Santa. Este guiso se caracteriza por su rica combinación de legumbres, como garbanzos o judías, con espinacas y bacalao, aunque hay variaciones que incluyen otros tipos de pescado o incluso huevo duro.

La clave de un buen potaje carmelitano está en el sofrito, que suele llevar cebolla, ajo y pimentón, y en el tiempo de cocción lento que permite que todos los sabores se fusionen perfectamente.

Ingredientes

• 320 g de garbanzos secos 
• 150 g de espinacas frescas limpias
• 4 huevos 
• 1 cebolla
• 1 diente de ajo
• 1 tomate
• 1 cucharadita pimentón dulce
• 1 hoja de laurel
• 2 trozos de pan del día anterior
• Aceite de oliva virgen extra
• Sal 
• Agua para cocer los garbanzos y hacer el guiso
• Decoración con un poco de pimienta negra recién molida y unas hojitas de perejil

Preparación

Para comenzar vamos a concentrarnos en el potaje carmelitano. Ponemos los garbanzos en remojo en un recipiente grande con abundante agua la noche anterior; de esta manera, podremos prepararlo tan pronto como nos levantemos. Desechamos el agua de los garbanzos, los colocamos junto con una hoja de laurel dentro de una olla a presión y nuevamente los cubrimos con agua. Ponemos la válvula en la posición 2 y calentamos hasta que alcance el punto de hervor. Contamos 12 minutos o el tiempo indicado por el fabricante de nuestra olla, cuando empiece a salir el vapor.

A medida que se preparan los garbanzos, cocemos los huevos en abundante agua durante 12 minutos. Luego, los refrescamos con agua fría para cortarlos, los pelamos y los guardamos. Además, preparamos una masa para espesar posteriormente el caldo del potaje.

Para lograrlo, calentamos una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra y troceamos y freímos el diente de ajo. Lo pasamos a un mortero una vez que esté dorado. Freímos el pan en la misma sartén con más aceite. Lo agregamos al mortero con los ajos y lo majamos hasta que se forme una pasta. Reservamos.

Al terminar la cocción de los garbanzos, retiramos la olla del fuego y dejamos que se despresurice por sí sola. Podemos abrirla sin riesgo una vez que la válvula haya caído y no salga más vapor. Retiramos la mitad del agua y la reservamos para más tarde.

Ahora nos concentramos en el sofrito de esta receta. Para ello, pelamos y picamos la cebolla. La pochamos en una sartén con un poco de aceite durante aproximadamente 10 minutos o hasta que se vuelva transparente. Añadimos las espinacas y rehogamos durante unos minutos removiendo para asegurarnos de que las hojas superiores también se cocinen. A continuación, agregamos el pimentón y el tomate rallado.

Agregamos los garbanzos y el sofrito a la olla, siempre revolviendo para mezclar. También, añadimos las yemas de los huevos duros, removemos para que se deshagan y sazonamos al gusto. Podemos sumar a este potaje carmelitano un poco del agua de la cocción de los garbanzos que tenemos reservada en caso de querer aligerar el caldo.

Cocemos la mezcla durante 10 a 5 minutos antes de servirla. Cada plato de potaje carmelitano se decora con hojitas de perejil, clara de huevo picada y un poco de pimienta negra molida. Ahora, descubrí la receta de torta pascualina. Buen provecho.

Andalucía, un destino que no se puede dejar de visitar

Andalucía es una región de España conocida por su rica cultura, historia y belleza natural. Es la tierra del flamenco, las corridas de toros y las fiestas tradicionales como la Feria de Abril y la Semana Santa. También, alberga monumentos históricos impresionantes como la Alhambra en Granada, la Mezquita-Catedral de Córdoba y la Giralda en Sevilla. Además, esta región ofrece una variedad de paisajes que van desde las playas del Mediterráneo hasta las montañas de Sierra Nevada. La gastronomía andaluza es otro de sus atractivos, con platos típicos como el gazpacho, el jamón ibérico y los pescaítos fritos.