Faltan algunos meses para que Iñaki Urdangarin (55 años) dé rienda suelta y sin ningún impedimento a su amor por Ainhoa Armentia (44 años). La firma del divorcio con la Infanta Cristina está pactado para el mes de junio. Con este paso dejará de ser un miembro de la Casa Real y además tendrá un acuerdo post matrimonial que lo beneficiará. Se va con una pensión debajo del brazo y posiblemente con una escolta.

Fue hace tan solo un año que aparecieron las fotografías que daban cuenta de la infidelidad entre el ex basquetbolista y la abogada. Sin embargo, desde que salió a la luz esta relación y la Infanta Cristina enviara un comunicado para desvincularlo de toda actividad real, la pareja se mantiene cauta a la espera de la disolución del matrimonio real.

La analista ya firmó los papeles. Su marido no entró en polémica tras 20 años juntos y dos hijos si no que le dio luz verde para que selle su romance con el ex Duque de Palma. Ellos alquilaron una vivienda juntos y están a solas un fin de semana cada dos semanas, cuando los hijos de Ainhoa Armentia están con su padre. Al sol de hoy ninguno de sus hijos conoce a la nueva pareja y tampoco los hijos de la infanta Cristina.

Las personas que truncarían su matrimonio 

La hija más pequeña del ex deportista la pasó muy mal cuando se enteró de la noticia. No quería verlo ni en pintura y fue su madre quien habló con ella para que intentara llevar la fiesta en paz con su padre. Este trabajo le ha correspondido a la Infanta Cristina. La hermana del Rey Felipe ha tenido que lidiar no solo con la humillación si no con el rechazo de sus hijos a la nueva pareja de su padre, porque no la toleran.

El otro eslabón con el que tendrá que luchar Ainhoa Armentia para corresponder al amor de Iñaki Urdangarin es con la madre. La señora no la aprecia ni un poquito, es más le dolió que su hijo terminara con la hermana del Rey Felipe, a quien la consideraba una segunda hija.