La Reina Letizia (50 años) piensa en el futuro más que nadie en la Casa Real. La soberana ha tenido que superar innumerables e insospechadas pruebas para que vengan unos cuantos a arruinar los planes del venidero reinado de la princesa Leonor. Ella le sigue los pasos a la familia de su esposo, el Rey Felipe (55 años), que al parecer se han dado a la tarea de poner patas arriba a la institución con sus actos desmesurados.

Es por ello que Jaime de Marichalar (59 años), un viejo amigo de la monarca, quiere interceder por sus hijos, ya que la Reina Letizia y el Rey Felipe le exigieron a la Infanta Elena que tanto Victoria Federica como Froilán le bajaran el tono a sus apariciones mediáticas. La medida se debe a que, después de acaparar cientos de titulares sobre actitudes desastrosas que la gente no estaría dispuesta a tolerar, sería la única forma de que ambos detuvieran sus hormonas. Pues en los últimos meses Froilán llegó a protagonizar una pelea a las afueras de una discoteca y asistír a fiestas sin guardar un bajo perfil. 

La Reina Letizia, la salvación de Jaime de Marichalar

A pesar de que el ex Duque de Lugo se separó de la Infanta Elena, no ha sido un motivo para que deje de frecuentar a sus hijos. Al contrario, él es un padre permisivo y ellos confían ciegamente en su rol, algo que no han podido lograr con la hermana del Rey Felipe. Ella es todo lo que no quieren, inclusive ha sido una piedra en el zapato llevar el apellido Borbón.

De hecho, Froilán fue exiliado a Abu Dhabi con su abuelo, el Rey Juan Carlos. El joven posee trabajo, gana bien, vive bien, pero no se adapta a la vida de los Emiratos Árabes. Extraña como nunca su existencia en Madrid con fiestas y amigos. Así que en las tantas conversaciones que habría tenido con su hermana, le consultó para que ella a su vez le pida ayuda a Jaime de Marichalar y pueda mediar su regreso con la Reina Letizia. La soberana y el excuñado del Rey Felipe siempre tuvieron una estrecha relación, pero bajo estas circunstancias ella no estaría dispuesta a ceder con los caprichos de los sobrinos ordinarios.

La Monarquía, en la cuerda floja

La corona se ha visto a punto de tambalear con las acciones del Rey Juan Carlos y de Iñaki Urdangarin. Ellos pusieron en peligro el trabajo de siglos y que ha costado reparar, y que la Reina Letizia ni el Rey Felipe han tenido que enfrentar. Ellos no se quedarán de brazos cruzados a la espera de que llegue el fin de la monarquía española.