La semana pasada ha tenido un condimento especial esperado por 54 años, el reencuentro oficial e inmortalizado en una fotografía de Manuel Benítez y Manuel Díaz "El Cordobés". Por fin el padre ha decidido hacer las paces con el hijo, de todas formas, hay alguien que no ha sido muy nombrado en esta historia y es María Dolores Díaz.

Ella era asistenta antes de los 70, cuando comenzó una intensa relación con Manuel Benítez, entonces joven y con una carrera prometedora, un ídolo mayor en aquella España que nadaba hasta la orilla del desarrollismo. María Dolores Díaz quedó embarazada, pero el padre de su hijo no tuvo intenciones de hacerse cargo.

Hasta entonces, Manuel Benítez había tenido decenas de romances y era muy querido por todos, en las plazas a veces coreaban su nombre diciéndole "loco". Se trataba de un hombre excéntrico y hasta se lo veía en las carteleras de cine puesto que incursionó también allí, era imposible que la madre de Manuel Díaz no se fijara en él.

No estuvo a la altura

Desde el medio El diario de Sevilla, apuntan a que habría sido un buen momento para Manuel Benítez de sentar cabeza, una relación con María Dolores Díaz habría significado la estabilidad que necesitaba, aunque él no quería estar convencido. Estuvo el día del nacimiento, pero dejó a la madre en una habitación del Hotel Wellington de Madrid.

En el momento del abandono, Manuel Díaz tenía tan solo 18 meses, él nació en 1968 y esto sucedió en el otoño de 1969. La dejó con el niño, un fajo de billetes y un reloj, ya no tenía intenciones de ejercer la paternidad. Aunque apenas lo había visto repitió: "Tiene mi mismo pelo".

Aunque todo habría indicado que Manuel Díaz "El Cordobés" podría haber guardado rencores, nada está más lejos de la realidad. En toda su carrera demostró admirarlo, por algo siguió sus pasos en el mundo taurino, aunque por supuesto que por su María Dolores Díaz siente una adoración aún mayor. Ella fue la que resistió adversidades y ser tratada como una tercera, la mujer lo impulsó a seguir creciendo en los toros y estuvo a su lado por el largo proceso de la justicia para que se reconociera quién era.

Fue en 2016 cuando realmente vino la paz para María Dolores Díaz, una prueba de ADN demostró que claramente su hijo era fruto de su relación con Manuel Benítez. Este abrazo que han sellado los toreros también le da un lugar a tantos años de sufrimiento y lucha para la madre de Manuel Díaz.

No es el único

De hecho, cuando Manuel Benítez se encaprichó con María Dolores Díaz y no estuvo dispuesto a tomar su responsabilidad de padre, se descubrió que ya lo había hecho antes, dejando a otra niña, María de los Ángeles Benítez Raigón, que reconoció en el año 2000.