Joan Manuel Serrat

Candela Tiffón se entera de la forma menos pensada lo que Joan Manuel Serrat dice a sus espaldas

El cantautor español no podía dejar de reconocer lo que su esposa significaba para él y lo mucho que vivieron juntos.
martes, 5 de diciembre de 2023 · 04:30

La pandemia afectó a millones de personas a lo largo y ancho de todo el mundo, hay quienes supieron pasarlo mejor que otros, algunos perdieron a personas cercanas, enfermaron y hasta vieron complicado su trabajo. En cambio, también existe una parte de la población que intentó recurrir a la meditación y a pasar esa etapa lo mejor posible, uno de ellos fue Joan Manuel Serrat (79 años).

En su caso, él vivió el confinamiento en la seguridad de su hogar, acompañado de su esposa, Candela Tiffón. Tuvo tiempo para pensar y reflexionar muchas cosas, una de ellas tuvo que ver con su retiro que se concretó precisamente en diciembre del año pasado, después de una gira que lo llevó por ciudades de todo el mundo.

La pandemia modificó muchas cosas para Joan Manuel Serrat. Fuente: (Google).

Explicó que no deseaba que una enfermedad lo alejara de su tan querido público sin la despedida que se merecían, por eso es que tomó la determinación de dejar atrás los escenarios después de una serie de shows internacionales. Igualmente, no se alejó de la música y sigue trabajando. Antes de comunicar su retiro, pasaba por una entrevista en el programa de Mercedes Milá, "Milá por Milá", en donde repasaba su vida.

Joan Manuel Serrat no puede negar su amor por Candela Tiffón. Fuente: (Google).

Joan Manuel Serrat descubrió una afición en la pandemia

Antes de conocer a su esposa, el catalán tuvo que pasar por una especie de "divorcio", justo cuando se negó a ir al Eurovisión en 1968 porque no estaba dispuesto a seguir sus normas y no cantar en catalán. "La escribieron mis amigos del Dúo Dinámico. Planteé hacer una versión en catalán que a mí me realmente me dejaba mucho más tranquilo en cuanto a mi situación personal. Y en un principio no hubo una negativa rotunda. A mí se me dejó, como al tonto del pueblo, que fuera haciendo. Íbamos haciendo todo en dos versiones, hasta que un día se me comunicó que no", explicó. Tiempo después, fue prácticamente vedado de todos lados: "Yo fui represaliado seriamente. Mis discos no se pasaban por la radio, durante muchos años. Mi nombre siempre aparecía en los medios de forma muy peyorativa. En las discotecas, en mis discos, pusieron cinta adhesiva, para que no se pudieran emitir".

Antes de anunciar su retiro, Serrat le confirmaba a Mercedes Milá que aún no lograba estar del todo cómodo con su entorno familiar ni con Candela Tiffón: "Todavía no estoy abrazando como quisiera. Yo espero esa época en que no solo yo esté disfrutando de abrazar, sino que el entorno, los que están alrededor, también se suelten en eso. Hay que cuidarse de la alegría, cuidarse del exceso de la alegría".

El artista se animaba también a dejar una reflexión: "Porque en el exceso de la alegría puede estar también nuestro disgusto. Abracémonos con una cierta prudencia". Entre otras cosas, también aceptaba que había terminado por cogerle el gusto al tema de PCR, prueba obligatoria antes de hacer un programa en tiempos de pandemia. "A mí me encanta. Ya estoy acostumbrado. Noto una cosa. Estoy descubriendo placeres ocultos. La PCR es uno de ellos. ¿No es hermoso cuando te la sacan?", decía para sorpresa de la presentadora.

Candela Tiffón es un gran apoyo para Joan Manuel Serrat. Fuente: (Google).

La quiero. Para sacarme de mi casa tendrían que venir los bomberos. Bueno, mi casa. ¡Su casa, quiero decir!

También deslizó que estaba muy cómodo al lado de Candela Tiffón, llevaban una vida entera juntos y él solo tenía cosas buenas para decir de ella: "La quiero. Para sacarme de mi casa tendrían que venir los bomberos. Bueno, mi casa. ¡Su casa, quiero decir! Llevo con ella 46 años, era una niña cuando nos conocimos. Se puede quejar ella mucho de mí. Y yo nada de ella".

Candela Tiffón, la mujer que logró que Serrat diera el "Sí, quiero"

Pese a tener muchos amores, Candela y Serrat consolidaron su amor en 1978 en una celebración en la localidad de Camprodón en Girona. Fue una boda muy privada a la que solo acudieron sus seres más cercanos demostrando así un poco cómo iba a ser su matrimonio, cauteloso y lejos de los focos mediáticos.