En medio de la incredulidad crece una razón para que Juan Ortega dejara plantada a su novia

El sábado 2 de diciembre era un día clave en la vida de Juan Ortega (33 años). Todo estaba listo para la celebración de su boda. Más de 500 invitados esperaban disfrutar del enlace que prometía ser de los más comentados. Y como tal se convirtió en noticia debido a la decisión que afectó directamente a su prometida.

En la celebración de la preboda el torero, ahijado de Enrique Ponce, y Carmen Otte se mostraron cómplices. Luego de 10 años de relación se encontraban a punto de dar el sí quiero. 

Algunas versiones sostienen que la novia se encontraba en la peluquería alistándose de acuerdo a lo pactado cuando recibió un llamado que terminaría por revelar que su gran sueño se desmoronaba. Otras versiones sostienen que Carmen se encontraba camino al Templo de Santiago, en Jerez de la Frontera, cuando le comunicaron que Ortega a última hora suspendía la boda.

Salta la verdad sobre la cancelación de la boda de Juan Ortega

Una hora antes de la ceremonia, los invitados se enteraron que el torero había tomado la determinación de cancelar la boda. En un principio el hermetismo fue absoluto, pocas horas más tarde y ante la molestia de muchos de los asistentes desde el entorno de Ortega se confesó que le surgieron algunas dudas personales, las cuales le impedían dar este paso decisivo en su vida.

Todo indica que la pareja se debe una charla. Juan Ortega le debe una explicación a Carmen Otte tras la decisión que los convirtió en noticia. Una boda que fue organizada con mucha anticipación y que hasta pocas horas antes parecía marchar tal y como lo habían soñado. Se sospecha que el torero no habría llegado a esta situación si no fuera por un motivo que valiera la pena dejar plantados a más de 500 personas.

Un detalle que pone el foco en la relación de Juan Ortega y su novia

Algunos de los invitados dejaron entrever que resultaba sumamente extraño que ambos no compartieran en sus redes imágenes juntos. Si bien puede parecer un detalle frívolo en el mundo de las comunicaciones, gestos como este evidencian muchos más de lo que se espera.