Gente
La herencia que Joaquín Sabina dejó por adelantado a una persona que no es Jimena Coronado
La esposa del cantautor lo acompaña como una fiel aliada; sin embargo, él prefirió dejar uno de sus recuerdos más preciados a alguien más.- Leiva reconoció que Joaquín Sabina le entregó su diario privado
- Jimena Coronado con un nudo en el alma confirma lo impensado sobre Joaquín Sabina
Joaquín Sabina (74 años) tiene tantas andanzas vividas que se podrían escribir varios libros de eso, nadie lo descarta. Muchos apuntan a Jimena Coronado, su esposa, cuando se piensa en quién tendría los derechos de la vida del artista, pero lo cierto es que este poder está en manos de otra persona, nada menos que Leiva.
Ambos formaron una alianza casi familiar, muy comparada con la que alguna vez tuvo Joaquín Sabina con Pancho Varona. Además, Leiva también se lleva muy bien con Jimena Coronado, él mismo confirmó en una entrevista exclusiva con El Mundo que la relación con la pareja, sobre todo con el artista, viene desde hace muchos años.
Leiva confesó que antes de hacerse amigo del cantautor ya lo admiraba mucho, con el tiempo se fueron acercando y él fue aprendiendo mucho de su experiencia: "Tenemos una relación casi familiar. Empezó con una relación de amistad, posterior a la admiración que ya tenía yo por él. Esa amistad se alargó durante años hasta que empezamos a intimar, a trabajar, a vivir prácticamente juntos. Estuve un año metido en su casa, componiendo, viajando, tocando por el mundo. Toqué con Sabina en París, Buenos Aires, Londres, Argentina, en muchos sitios, en México también".
Joaquín Sabina le dejó a alguien más lo que merecía Jimena Coronado
Desde El Mundo también le consultaron a Leiva si aquellas noches de juerga ya terminaron para Joaquín Sabina, sorprendentemente respondió que no, de hecho, hasta se suma Jimena Coronado siempre: "La verdad es que no. Ahora son en su casa. Mira, Jimena, Joaquín y yo, los tres solos, muchas muchas noches, acabamos bebiendo hasta las tantas, riendo y borrachos. Es una cosa bastante recurrente. A veces está Benjamín. En verano estábamos con Luis García Montero, Almudena Grandes. Organizamos cenas, noches largas".
Es tan cercana la relación del cantante con Leiva que incluso intercambiaron los objetos más preciados para ellos. El músico le dio su guitarra y Joaquín Sabina le entregó su diario, donde se recogen documentos importantísimos para retratar la vida de Sabina y que seguramente Jimena Coronado habría valorado mucho: "Hubo una guitarra en concreto con la que compuse las músicas del último disco. Llegó un punto en el que me pareció que le pertenecía. 'Tiene que ver más contigo que conmigo', le dije. Sabía que lo iba entender bien. Era un regalo de los que duelen. Al cabo de un tiempo, tocaba en el Wizink center. Vino Joaquín, que no va ya a ningún lado. Y me dio su diario. Hay anotados poemas, canciones, cientos de dibujos, notas con miradas políticas, reflexiones, apuntes", contó Leiva.
El mismo músico explicó que guardará siempre la reserva porque se trata del regalo más especial que Joaquín Sabina le dejó. No piensa filtrar nada de lo que ahí se dice, aunque se trata casi de un testamento: "Lo que hay dentro queda para mí. Lo he husmeado todo. Voy revisando, viendo cosas. Joaquín tiene una letra ilegible, por lo que es difícil acercarse. Lo guardo con muchísimo amor".
El mejor maestro
Por sobre todas las cosas, Leiva valora de Joaquín Sabina su amistad y sus infinitas enseñanzas: "Puedes extraer multitud de cosas. Joaquín es un contador de historias de altura. Gracias a él he mejorado mucho a nivel lírico. Me hablaba de la rima interna. De la musicalidad del texto sin caer en las rimas clásicas, asonante o consonante. Eso lo maneja con gran maestría. Me ha cambiado la forma de mirar las cosas".