IMPENSADO
La gran mentira que Julio Iglesias y Rocío Jurado prefirieron ocultar por años según Jesús Mariñas
Ambos cantantes son muy queridos por toda España.Si pensamos en algunos artistas que ya son un ícono cultural en la historia española y que la gente no olvidará jamás podemos hablar de Rocío Jurado y Julio Iglesias, aunque con estilos diferentes ambos tenían un carisma inigualable y cientos de seguidores, de hecho hasta se podría decir que vivieron una gran amistad, pero luego todo cambió y Jesús Mariñas se atrevió a desentramar algunos detalles.

En las fotografías capturadas por entonces siempre veremos a una joven Rocío Jurado y a un espléndido Julio Iglesias con una gran sonrisa en el rostro, se miraban a los ojos y parecía que tenían una complicidad única, además de que cuando les tocó compartir escenarios el público se volvió loco, aunque en la opinión de Jesús Mariñas fue una relación que a los dos les convenía y distaba mucho de ser real.
Según el periodista Rocío Jurado y Julio Iglesias sentían una gran competencia entre ellos, en realidad por mucho tiempo padecieron tener que parecer tan cercanos, en realidad cada captura de ellos juntos, ya sea en el escenario o en otro lugar les fomentaba el ego y los fanáticos enloquecían, pero no se toleraban demasiado y eso era un hecho.

Ninguno podía con el otro y los dos lo sabían, de ahí ese encono permanente que sostuvieron hasta el final. Nunca bajaron la guardia ni rebajaron el encono sabedores de que tal rivalidad aumentaba su prestigio y leyenda
Para Jesús Mariñas debían mantener las apariencias a como dé lugar, de hecho parece ser que la más grande y el cantante español sí se llevaban bien, aunque el malestar iba por dentro y en el fondo sabían que su vínculo los llevaría al desastre: "Mantuvieron las apariencias hasta que no aguantaron más. Así ha sido hasta hoy, cuando se desvela semejante contencioso y que Julio 'traicionó' a Rocío, que lo creía su mejor amigo".

Realmente las personalidades de Rocío Jurado y Julio Iglesias eran notablemente opuestas, era demasiado evidente que distaba mucho de ser auténtico pero el cariño que individualmente le tenía el público a cada uno de ellos hizo que todo el mundo se lo creyera. "Nunca pudieron disimularla y ahora otros resucitan aquel antagonismo mítico en que de forma equívoca situaban sus respectivas personalidades realmente opuestas y contradictorias, en lo humano y artístico", sentenció Jesús Mariñas.