Último momento
Loly Álvarez desvela entre lágrimas la verdad sobre la grave enfermedad que sufre
La intérprete de "Amor vuelve a mi" reapareció en "Fiesta" y habló de su delicado presente.En la última emisión de "Fiesta", Emma García entrevistó en exclusiva a Loly Álvarez y, para sorpresa de todos, esta última desveló entre lágrimas que sufre una grave enfermedad cardíaca. Algo que la llevó a alejarse por completo del foco mediático.
Con la voz entrecortada, la polifacética cantante hizo frente a su dura realidad y terminó de raíz con las especulaciones de su retiro televisivo. "Fui a mi médico de cabecera a hacerme una analítica porque yo soy una tía muy sana", comenzó.
Loly Álvarez: la verdad sobre su grave enfermedad cardíaca
Me los hago regularmente, pero en esa cita médica le comenté a mi doctora que tenía un dolor en el pecho. Aunque yo estaba convencida de que era un resfriado mal curado.
Tras estas palabras, la intérprete de "Amor vuelve a mi" explicó a la presentadora vasca que vivió un infierno en el último año, debido a su delicado bache de salud. "Cuando mi doctora me atendió me dijo que me fuera corriendo a urgencias. Allí, me hicieron un electrocardiograma y se dieron cuenta de que tenía el corazón mal, que mi corazón estaba funcionando al 20%", apostilló al respecto.
Finalmente, Loly Álvarez dejó entrever que su corazón podía pararse en cualquier momento y, sin poder evitar el llanto, contó que sufría el riesgo de tener una muerte súbita. "Yo apenas podía creer lo que estaba pasándome, pensaba que estaba viviendo una pesadilla y mi único deseo era salir de allí corriendo", deslizó muy apenada por su situación personal.
Empecé entonces un tratamiento durísimo que me dejó K.O. hasta el punto que no me tenía de pie, no podía ir al baño sola, no podía peinarme, no podía hacerme un café; llegué a pensar que si esas eran las consecuencias del tratamiento no merecía la pena vivir.
Loly Álvarez y un silencio que la consumía diariamente
Como dato no menor, la exconcursante de "Supervivientes 2019" señaló que su única obsesión, al salir del centro hospitalario, era que nadie se enterara sobre su doloroso diagnóstico. "Estuve mucho tiempo sin contárselo a apenas nadie. El tratamiento que tengo es algo de por vida, pero afortunadamente mi cuerpo se ha acostumbrado, tardé cuatro meses en soportarlo (...) Llegué a pensar que ese era el final y eso me provocaba muchísimo dolor porque me quedaban tantas cosas por hacer y por decir", sentenció la artista.