SU PEOR ETAPA

El mayor miedo de Julio Iglesias que lo llevó a traicionar a la persona que más amó

El cantante no siempre supo qué hacer con tanta fama.
lunes, 14 de junio de 2021 · 06:55

Julio Iglesias logró dejar parada a España en lo más alto de la fama internacional gracias a su buena música, además jamás se olvidó de sus raíces y siempre estuvo orgulloso de su tierra y orígenes. Eso no puede dejar de hacer sentir una gran admiración en sus seguidores.

De todas formas, para llegar a sentir el éxito que alcanzó con los años, Julio Iglesias debió renunciar a muchas cosas, algunas demasiado importantes para él, las giras interminables, los compromisos y el apremio por seguir creciendo hicieron que el artista no pudiera parar muchas veces.

El mundo musical y sobre todo los miembros más populares están bastante romantizados, muchos se imaginarán que llegar a ser famoso con los que uno ama es lo mejor que puede pasarle a alguien y, aunque hay mucha verdad en eso, el cantante español también entendió que hay una parte negativa muy marcada.

Desde que Julio Iglesias fue mundialmente reconocido, ha estado rodeado de fanáticos, admiradores, prensa y productores que buscaban acercarse a él. Se podría decir que nunca ha estado solo, pero la realidad es que la soledad es algo que viene de adentro y a veces deseamos estar con alguien en particular aunque nos veamos rodeados de personas.

Julio Iglesias debió renunciar muchas veces a pasar tiempo con su familia. Primero en su matrimonio con Isabel Preysler, que resultó fallido también un poco por esto, y luego con la familia que formó con Miranda RijnsburgerSus ocho hijos son quienes más han sufrido esta ausencia de su padre.

No soy un hombre solo, tan solo es quien no puede evitar la soledad y yo la puedo evitar. Sé estar solo, pero no puedo estar solo.

Julio Iglesias también había confesado que, por aquel vacío que sentía, muchas veces buscaba compañía en todos lados. A veces se sentía mal acompañado y otras veces el malo era él y lo reconocía. Por lo visto, el cantante nunca pudo dejar de escuchar el bullicio al que se enfrentaba en cada recital.

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