UNA GRAN DECEPCIÓN
El motivo que llevó a Camilo Sesto a alejarse para siempre de la actuación
El cantante reconoció qué fue lo que lo desmotivó.Camilo Sesto logró ubicar a España en el mapa del mundo gracias a su talento innato y a la fama universal que adquirió a lo largo de su carrera y fue un gran contribuyente a la difusión de la cultura. En una etapa de su vida tuvo que dejar de lado a otro de sus grandes amores del arte, la actuación, una disciplina en la que también supo destacarse.
Su inicios en el mundo de la interpretación fueron en el año 1966 cuando junto al grupo Los Botines participó en la grabación del filme español "El flautista de Hamelín", protagonizada por Miguel Ríos.
Así es como Camilo Sesto consigue estar entre los protagonistas de una de las 100 películas más taquilleras del cine español, "Los chicos del Preu", dirigida por Pedro Lazaga. Su papel allí cuenta con algunos fragmentos autobiográficos y su famosa frase de guitarra: "Con esta la voy a armar, seré famoso, grabaré discos que se venderán por millones".
Luego llegó a la cumbre del éxito cuando en 1975 el cantante protagonizó la ópera rock “Jesucristo Superstar”, donde encarnó al propio Jesucristo. Si bien al principio el musical generó polémica entre los católicos exaltados, el oriundo de Alcoy demostró que su voz podía con cualquier registro y que contaba con el apoyo del público.
En 1980, Camilo Sesto también colaboró en la película argentina "La playa del amor", de Adolfo Aristarain, junto a reconocidas figuras del cine de aquel país como Ricardo Darín. En el mismo año participó del elenco de la secuela de "La discoteca del amor", del mismo director del anterior filme. Al siguiente año, Fernando Siro lo contrató para sumarse a "Las vacaciones del amor".
Sin dudas, al igual que en la música, el cantante tuvo una interesante carrera en la actuación, pasión que fue desarrollando poco a poco pero de la que decidió alejarse para siempre en un momento de su vida.
Fuente: (Instagram)
En una entrevista que Camilo Sesto concedió a la prensa en 1978 en Gijón, ya manifestaba cuáles eran los motivos que lo fueron desmotivando de seguir actuando ante las cámaras de cine o televisión. Para el artista, no había guiones interesantes, lo que le solían dar eran poco dignos a tal punto que pensó en tener que producírselos él mismo.