La doble vida de Camilo Sesto que siempre trató de ocultar finalmente sale a la luz

En un determinado momento de su vida, cuando consiguió el éxito con sus primeros discos y cosechó numerosas aventuras con su carrera profesional, Camilo Sesto optó por la soledad antes que la vida pública. Prefirió recluirse antes que ser homenajeado y recibir aplausos. 

Si bien es cierto que nunca llegó al extremo de encasillarse en una fortaleza inaccesible, de la vida de este gran artista siempre se supo poco, y ese poco no era muy bueno, especialmente cuando resurgía con nuevos proyectos, canciones o discos y accedía a alguna que otra entrevista.

Camilo Sesto podía pasarse meses enteros sin hablar y resguardado en su chalet de Torrelodones o en su residencia de Miami, rodeado de recuerdos familiares, premios, libros. Probablemente porque estaba más interesado en mostrar un mundo interior que poco o nada tenía que ver con lo que buscaban los medios, mostrar su costado más turbio o freak. 

Sin embargo, en más de una oportunidad, el compositor español reconoció por qué en ciertos momentos se comportaba de esta manera. Se trataba de algo que lo acompañó desde muy joven.

Puedo decir que soy dos personas, que tengo dos vidas. La una es secreta, íntima, creativa. La otra aparece bajo los focos en medio de la algarabía y el hostigamiento de las fans.

Y Camilo Sesto creía entender por qué sucedía esto. Según su manera de ver las cosas, quizás al público le gustaba aplaudir más al intérprete que al creador porque su imagen es más esplendente y accesible, "pero yo prefiero esa otra personalidad menos conocida", aseguró.