Ni Sarp o Arif
La protagonista de “Mujer” confesó quiénes son los hombres que le robaron el corazón
La exitosa serie vive una etapa de cambios.El éxito de “Mujer” en España ha superado todas las expectativas, con su historia logró atrapar al público, que ahora es un fiel seguidor en cada semana de la producción extranjera.
La historia de amor entre Sarp y Bahar ha sido tan aceptada que los televidentes quieren saber lo que hay más allá de la serie. Özge Özpirincci, protagonista de “Mujer”, se ha convertido en unas de las actrices favoritas, que ha logrado una conexión importante con sus seguidores.
La famosa también ha vivido su propia historia de amor y desamor, en su vida personal. Actualmente mantiene una relación sentimental con el actor Burak Yamantürk desde hace siete años, a quien conoció trabajando en la serie “Tatar Ramazan”, una producción corta debido a la censura por parte de las autoridades en Turquía, pero fue tiempo suficiente para que Özge y Burak se enamoraran.
Pero antes de conocer a quien ocupa actualmente su corazón, la actriz de 35 años mantuvo otra larga relación con Engin Altan Düzyatan con quien convivió durante cinco años: una ruptura que fue muy comentada en los medios, pero hasta ahora guardó un buen recuerdo de esos años junto a Engin.
Tenía 22 años cuando empezamos a estar juntos y me enseñó mucho. Es una persona con la que pasé mucho tiempo de mi vida. Quiero que sea feliz.
Y encontró la felicidad, Düzyatan unió su vida a otra mujer rápidamente, Neslişah Alkoçlar, con quien tiene dos hijas, una de cuatro y la menor de dos años.
Pero la protagonista de “Mujer” no se quedó atrás: en varias ocasiones ha hecho gala de su amor en las redes sociales y afirmó que le encanta pasar tiempo junto a su novio, Burak, cocinando, y es allí que ella suele aprender de él, ya que no es muy dada a las actividades culinarias.
Sobre el siguiente paso en la relación entre ellos, quien da vida a Bahar confesó “no veo el matrimonio como una necesidad”. Considera que si es algo que llegara a suceder de forma espontánea no se opondría, pero no lo ve como una prioridad ni mucho menos se imagina organizando una boda.