Boda, huida y traición

Antes de Isabel Preysler, esta fue la mujer que marcó de por vida a Mario Vargas Llosa

El Premio Nobel jamás se avergonzó de su pasado, sin embargo, existen ciertas cuestiones que pasó por alto.
martes, 26 de octubre de 2021 · 02:15

Poco a poco Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler van retomando su vida pública y social, aunque, probablemente las cosas no están saliendo como el escritor las habría planificado. El pasado 15 de octubre se celebró "Un encuentro por la cultura en libertad" en San Lorenzo de El Escorial, donde el ensayista dio inicio a su reconocida cátedra, celebró el aniversario de la obtención del Premio Nobel y, también su cumpleaños que fue en el mes de marzo.

Sin embargo, luego de que saliera a la luz su nombre en la investigación de los Pandora Papers muchas personalidades destacadas de diversos ámbitos habrían decidido darle la espalda al ensayista, o por lo menos, así lo considera Pilar Eyre en su blog de revista Lecturas donde analizó minuciosamente las llamativas ausencias en el evento organizado por Mario Vargas Llosa, donde como no podía ser de otra manera, la figura de Isabel Preysler engalanó la celebración.

La filipina se convirtió desde el año 2015 en uno de los pilares fundamentales del ensayista, a quien jamás le faltó el respaldo de una mujer fuerte a su lado. Solo basta con analizar su currículum amoroso que empezó a muy temprana edad para poder llegar a esta conclusión. Probablemente, muchos lectores del escritor peruano recuerden una de sus obras literarias más polémicas, "La tía Julia y el escribidor", basada nada más y nada menos que en una de las relaciones amorosas que lo marcaron de por vida.

Mario Vargas Llosa nació en Arequipa, Perú, en una familia de clase media. Poco antes de su llegada al mundo, su madre, Dora Llosa Ureta y su padre, Ernesto Vargas Maldonado, quien mantenía una relación paralela con una mujer alemana, decidieron separarse. La actual pareja de Isabel Preysler vivió con su familia materna en Perú, luego se trasladaron a Bolivia en busca de una mejor calidad de vida. Allí el novelista se formó y cursó hasta el cuarto grado en el colegio La Salle de La Paz, pues al poco tiempo su abuelo materno, Pedro J. Llosa Bustamante, decidió que era el momento adecuado para retornar a Perú, ya que era primo hermano de José Luis Bustamante y Rivero quien acababa de asumir como presidente y le habría ofrecido un importante puesto.

Todo marchaba a la perfección, hasta que de un momento a otro el padre de Mario Vargas Llosa regresó a sus vidas, reconquistó a su madre y, al descubrir las dotes literarias de su hijo, decidió enviarlo a un internado militar, vivencias que el novio de Isabel Preysler relata una a una en su libro "La ciudad y los perros". A los 16 años, exactamente en el año 1952, el ganador del Premio Miguel de Cervantes ya trabajaba como periodista, años después ingresó a estudiar Derecho y se convirtió en un reconocido militante de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. No obstante, su vida daría un terrible giro en el 1955.

Con tan solo 19 años el escritor se enamoró perdidamente de Julia, hermana de su tía política por parte materna, era recién divorciada y diez años más grande que él, como era de esperarse su familia no vio con buenos ojos esta relación y sin más decidieron casarse a escondidas en un pueblito recóndito de Perú para calmar las aguas. En estas circunstancias, el progenitor del novelista estaba muy enfadado e iba a hacer todo lo que esté a su alcance para que ese matrimonio se disuelva. Sin embargo, a pesar de haber interpuesto hasta demandas judiciales Mario Vargas Llosa y su tía Julia continuaron con su romántica historia.

Dos años después se marcharon a Madrid, él había ganado una beca, mientras que ella lo incentivaba constantemente para escribir sus maravillosas novelas y no solo esto, sino que también se encargaba de transcribir las letras de Mario Vargas Llosa. De hecho, en una entrevista, la mujer que después se convirtió en una reconocida escritora desveló: "Yo lo hice a él. El talento era de Mario, pero el sacrificio fue mío".

El matrimonio duró nueve años hasta que llegaron a París las primas carnales del novelista y sobrinas de Julia, Wanda y Patricia. En ese momento el querido de Isabel Preysler se dio cuenta de que el amor por su tía había acabado y que su corazón latía por otra persona, su prima Patricia, con quien se casó y tuvo a sus tres herederos. Por supuesto, la situación con su exesposa no quedó en los mejores términos, tanto es así que ella decidió escribir un libro en respuesta a la obra que Mario Vargas Llosa, había escrito para contar su matrimonio, "La tía Julia", con tales escritos ella consideraba que su imagen quedaba muy expuesta.

"Lo que Varguitas no dijo" fue la obra autobiográfica escrita por puño y letra de la propia Julia Urquidi que salió publicada en el año 1983 y significó todo un suceso para aquellas épocas, pues se relataba otra versión de lo narrado por la pareja de Isabel Preysler. Sin embargo, a pesar de demostrar que el escritor le había roto el corazón, muchos aseguran que la mujer lo amó hasta sus últimos días y que su cariño se podía evidenciar en la brillantez de sus ojos a la hora de hablar de su exmarido.