Los pretextos del Rey Juan Carlos para batallar contra sus días más hostiles

El emérito Rey Juan Carlos ha sobrevivido al año más difícil de su vida. Se encuentra investigado por la justicia, lejos de su familia, de sus seres queridos y de su amada tierra.

El padre del Rey Felipe lleva viviendo unas semanas de zozobra tras haber pasado las festividades a 7500 km de sus seres queridos, en Abu Dabi.

Los reveses de las investigaciones que lo atormentan, las recientes imputaciones a algunos de sus familiares por sus causas y las distancia que varios integrantes de la familia han puesto para con el emérito hacen mella y le duelen.

Como si no fuera poca cosa, a estos días raros cargados de añoranza por los buenos tiempos que se han perdido, Don Juan Carlos le suma dos razones para cargarse de angustia.

Dentro de tres días, el esposo de la Reina Sofía se encontrará soplando las 83 velas de su pastel. Aún es un misterio saber quienes lo acompañarán en su celebración pero amigos no le faltarán.

El próximo 8 de enero se conmemora el aniversario del fallecimiento de la hermana de Juan Carlos, la Infanta Pilar, lo que convertirá a ese día en un momento crucial para sus ánimos.

Se celebrarán varias misas en honor a quien fuera la duquesa de Badajoz y lógicamente el suegro de la Reina Letizia será el gran ausente de las mismas.

La decisión de Juan Carlos en poner distancia y alejarse de la tierra que lo vio nacer para no perjudicar a los suyos y reestablecer el orden no estaría saliendo tal cual lo planeó y a esto se le suman estas semanas trágicas.