Un detalle que dejó pasar
El descuido de Camilo Sesto que entorpeció el cumplimiento de su última voluntad
El músico no encontraría el descanso eterno.En el año 2017, Camilo Sesto cortaría lazos con su hermano, Pepe Blanes, al recibir la sorpresiva noticia de que este tomó la decisión de vender el mausoleo familiar donde reposaban los restos de sus padres en el Cementerio de Alcoy, sin consultárselo antes.
De acuerdo a una información difundida por “Libertad Digital” poco después de que el cantante falleciera, “Camilín” aún no había podido darle cristiana sepultura a su progenitor puesto que no había forma de cumplir su última voluntad.
En su testamento, el intérprete pidió que sus cenizas fueran esparcidas en el río que atraviesa Alcoy, o que fuera puesto en el mausoleo donde también se encontraban otros parientes del clan Blanes –olvidando que ya no existía–. Con respecto a la primera, la normativa de seguridad no lo permitía.
Hace dos años se pusieron en contacto con Camilo desde el cementerio de Alcoy para preguntarle qué hacían con los restos de sus familiares, porque ya no existía el mausoleo.
Reseñó el diario “El País” con el testimonio de varias fuentes cercanas a la familia, aunque nunca fueron del todo precisos los motivos de Pepe Blanes para vender el patrimonio sin siquiera notificárselo a Camilo Sesto; se presume fue por problemas económicos.
Un mes y medio después de que el músico pereciera, sus restos aún se encontraban en el Tanatorio de San Isidro al no hallarle un lugar de descanso. Finalmente, el Ayuntamiento de Alcoy ofreció un mausoleo con todos los gastos cubiertos.